Publicaciones de Jorge Ojeda Rodriguez

Jugar con la mente de otros

}

A lo largo de la vida nos encontramos con multitud de problemas. Algunos podemos resolverlos por nosotros mismos pero otros no se pueden afrontar sin ayuda. Conseguir esa persona justa, en muchas ocasiones, es muy difícil.

Aunque estemos dispuestos a brindales una mano amiga a esa persona que tiene problemas. Muchas veces el que necesita la ayuda está convencido de que las cosas "deberían" ser como piensa y los demás "deberían"  ayudarle a resolver el asunto en el esquema mental que plantea. En esta disyuntiva se crea el caldo de cultivo para la manipulación. 

 ¿Por qué nos afanamos por buscar el control sobre otras personas cuando no se tiene sobre uno mismo?. A veces, queremos modificar conductas, que la otra persona sea como yo quiero, y no como quiere. 

En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil e incluso imperceptible,  ya que el deseo de la persona es salirse con la suya a propia costa. El manipulador tiene un importante déficit de habilidades sociales, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear  medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere. 

El dominio y control sobre los seres personales se lleva a cabo mediante la manipulación. Manipular equivale a manejar. Pero son susceptibles de manejo los objetos no las personas. 

Los manipuladores son esas personas que pasan por nuestras vidas con su propia visión del mundo y su forma de hacer y sentir donde se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona, si en este momento ves a tu alrededor, seguro que te encuentras uno.

La manipulación  es algo universal, todos somos manipuladores en mayor o menor grado. Todos la hemos empleado en más de una ocasión, especialmente en la infancia. Desde bebés sin saberlo manipulamos. El problema viene cuando se basa la relación con los demás en la manipulación. Y se convierte en el modo predominante de relacionarse, donde las personas terminan preguntándose, si es una relación de amistad o simplemente es un intercambio comercial y de intereses.

Según distintos estudios los manipuladores pudieron haber sufrido malos tratos físicos, psíquicos o abandono precoz, sea físico o emocional.

Si en una relación con alguien crees que te  están manipulando, analiza cómo te sientes con esa persona, si te hace sentir cosas que no deseas. Ahí te darás cuenta si tú estás permitiendo a alguien que te manipule usando el chantaje emocional.

El manipulador, siempre usará “atajos” para lograr obtener de la otra persona lo que desea. Un manipulador tiene todos los derechos pero no le concede lo mismo beneficios a los demás.