Los
verdaderos tesoros de la vida
La raza humana es la especie más
evolucionada pero también la más infeliz. Repasa mentalmente aquello que
consideras importante en tu vida, imagínate que te lo arrebatan todo de un día
para otro. Este ejercicio de imaginación positiva nos invita a reflexionar que
a veces dedicamos mucho tiempo a lamentarnos, quejarnos, y a detenernos en lo
malo que nos ha pasado y lo que realmente vale, lo trascendental, no lo
valoramos, de ahí la frase de: “no valoras algo, hasta que lo pierdes”.
Los verdaderos tesoros de la vida son: Las personas. ¿Cuántos
familiares, amigos, compañeros, parejas se han sentido despreciadas por no ser
valoradas o sentirse utilizados? Si pones a prueba constantemente el límite de
las personas que te aprecian y están contigo potenciándote en el camino y comparten sus experiencias, conocimientos, e incluso medios
económicos, aun teniendo otras opciones, pueden llegar el día que dejaran de estar ahí
por no desarrollar la capacidad para promover la empatía que es la
capacidad para comprender y compartir con sinceridad, comunicación (sin
trampas), compartir (sin egoísmo), preocuparse por el otro, y promover la confianza, la paciencia y el respeto.
En este sentido es importante
indicar que el ser humano está conformado por capacidades y limitaciones, no es
perfecto, e infalible, pero lo hace maravillosos y único su combinación de
cualidades positivas que se potencian para aprender a valorar a las personas y
ser mejores seres humanos.