Vistas de página en total

jueves, 25 de octubre de 2012



Los verdaderos tesoros de la vida

 

La raza humana es la especie más evolucionada pero también la más infeliz. Repasa mentalmente aquello que consideras importante en tu vida, imagínate que te lo arrebatan todo de un día para otro. Este ejercicio de imaginación positiva nos invita a reflexionar que a veces dedicamos mucho tiempo a lamentarnos, quejarnos, y a detenernos en lo malo que nos ha pasado y lo que realmente vale, lo trascendental, no lo valoramos, de ahí la frase de: “no valoras algo, hasta que lo pierdes”.

Los verdaderos tesoros de la vida son: Las personas. ¿Cuántos familiares, amigos, compañeros, parejas se han sentido despreciadas por no ser valoradas o sentirse utilizados? Si pones a prueba constantemente el límite de las personas que te aprecian y están contigo potenciándote en el camino y comparten sus experiencias, conocimientos, e incluso medios económicos, aun teniendo otras opciones,  pueden llegar el día que dejaran de estar ahí por no desarrollar la capacidad para promover la empatía que es la capacidad para comprender y compartir con sinceridad,  comunicación (sin trampas), compartir (sin egoísmo), preocuparse por el otro, y promover  la confianza, la paciencia y el respeto.

En este sentido es importante indicar que el ser humano está conformado por capacidades y limitaciones, no es perfecto, e infalible, pero lo hace maravillosos y único su combinación de cualidades positivas que se potencian para aprender a valorar a las personas y ser mejores seres humanos.


lunes, 15 de octubre de 2012



¿Quién de nosotros puede decir que no tiene un rencor?



El rencor es parte de las emociones humanas, es un sentimiento desagradable, triste de hostilidad o enemistad hacia una persona motivado por una ofensa, daño o perjuicio sufrido. Tiene su génesis o punto de partida en la comunicación, y surge después que la persona se haya sentido herida a manos de alguien por incapacidades sociales, problemas  de interacción o de respeto. El rencor puede ser hacia un familiar, la pareja, un amigo, compañero  y es el producto de experiencias negativas.
Guardar rencor es guardar dolor por que  existe; “la pérdida de algo”, el mismo ocupa gran parte de los pensamientos, arruinando la mente y agregando amargura y ansiedad. La cura del rencor se encuentra en deshacerse de la principal razón que lo causa, la cual es el enojo.
Cuando las personas tienen rencor, la presión arterial y el ritmo cardíaco  incrementan casi el doble de su actividad normal. El rencor y el resentimiento son un camino seguro hacia las enfermedades psicosomáticas entre ellas, el cáncer que es una enfermedad de la mente, del cuerpo y del espíritu.
Es importante resaltar que la comunicación, el decir perdón y me equivoque en el momento apropiado es la forma mas inteligente de aceptar los errores para que esos sentimientos dañinos mueran y desaparezcan.
Esforzándose  día a día  se podrán encontrar las herramientas hacia la formación de  un estilo de vida optimo y feliz que todo ser humano desea, donde el amor pase a ocupar ese lugar.



miércoles, 10 de octubre de 2012




-->
 Cuando una lagartija esta viva come hormigas........





..... Pero cuando muere la lagartija, las hormigas se la comen a ella.




Reflexión:
En la vida las cosas pueden cambiar. Muchas personas menosprecian a otra, sin valorar el calibre de quien tiene a su lado, y “jamás” se dan cuenta que en los momentos difíciles siempre esta ahí.
El egoísmo muchas veces impide que se valore y permita que la gente se de cuenta que  los buenos momentos de de la vida se pueden pasar con cualquiera. ¿Pero en los malos momentos quien  verdaderamente esta contigo?.
                


jueves, 4 de octubre de 2012


-->
¿Qué hacer cuando el envidioso soy yo?



Del latín invidĭa, Etimológicamente la envidia significa «ver con malos ojos». El envidioso «mira con malos ojos» las cualidades, éxitos o posesiones de los demás. La envidia es algo íntimo que no se suele confesarse. Resulta un tanto vergonzoso admitir que el bien ajeno puede inspirar un profundo malestar interior, cargado, a veces, de hostilidad hacia esa persona. La Envidia es una de las causas más potentes de la infelicidad.

La envidia es uno de los comportamientos considerados más nocivos en las relaciones personales. La envida es una característica de baja autoestima y bloquea las energías positivas porque es una comparación constante con los demás. La envidia es una pérdida de tiempo, la persona que envidia no es capaz de ver sus bendiciones y talentos. La envidia lleva a que la persona sienta un vacío creando resentimiento y sentimientos de que nunca es lo suficientemente bueno. 

Últimamente se oye un término denominado “envidia sana”. Hablar de envidia sana es como hablar de Cáncer sano. La envidia, es una combinación de celos y codicia, La envidia es el resultado de un sentimiento de inferioridad. La envidia es un síntoma y no una causa. La envidia es una declaración pública de inferioridadLa envidia es uno de los siete pecados capitales.

           La soberbia y el egoísmo son dos rasgos de personalidad vinculados íntimamente con la envidia. Por la soberbia una persona no está dispuesta a aceptar que otros, lo considere iguales o inferiores, mientras que el egoísmo supone un exagerado afán de poseer todo para sí, donde los sentimientos y las preocupaciones por los demás permanecen  al margen, como si no existiesen o no tuviesen importancia,  tratándolos como verdaderos “tontos Útiles”.


¿Cómo superar la envidia?
  1. Deje de pensar en lo que los demás tienen o han logrado y usted no.
  2. Concéntrese en lo que tiene y sea agradecido de su vida y sus talentos.
  3. Escriba todos los días sus bendiciones, todo lo bueno que tiene y todo lo que ha logrado.
  4. Trabaje mucho en su baja autoestima.
  
Para finalizar comience a darse cuenta que la envidia lo está llevando a no verse a si mismo como es realmente, ni ser agradecido con quienes lo ayudan a ser mejor  persona. El filósofo Miguel de Unamuno, se refirió a la envidia, con la siguiente frase:


“La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”.