Vistas de página en total

jueves, 27 de noviembre de 2014



¿Soy congruente?


                                       

La congruencia es termino similar al de coherencia, sinceridad y se manifiesta cuando nuestros “Yoes” están alineados entre lo que decimos que somos y como actuamos. La congruencia es un aspecto para lograr objetivos, metas, sueños y es la base del liderazgo.

¿Qué sensación le dará a una persona ir al nutricionista para aprender nuevos hábitos alimenticios  y resulta que el experto pesa 120 kilogramos? ¿Qué opinión te merece una dama que usa ropa ajustada y sugerente, pero se ofende si la seducen?. Es evidente que muchas personas caminan por la vida sin congruencia.

Decir  algo con palabras es muy fácil, lo difícil es demostrarlo y mantenerlo en el tiempo. Si soy responsable de mis pensamientos, emociones,  debo responsabilizarme de mis acciones y sus consecuencias. Recuerda que las acciones son el reflejo de los pensamientos.

Cuando la falta de congruencia sale a la luz pública  borrara todo lo que esa persona haya podido decir o proyectar en un momento determinado, perdiendo de esta forma con sus acciones la credibilidad  ganada ante los demás. La incongruencia es el dominio de las justificaciones, autosabotaje, y el  autoengaño.

Aprende a caminar en paz por la vida, es una tarea de mucho coraje donde al principio deberás estar muy vigilante de la congruencia de  tus creencias, valores, metas, misión de vida, expectativas, planes y principios que han limitado u obstaculizado tus sueños, pero después de un tiempo de aplicación tu estilo de vida hablara por si solo.





domingo, 16 de noviembre de 2014




Venenos del alma

 

La palabra “Alma”  se origina del latín ánima y varía de acuerdo al entramado cultural y la perspectiva filosófica de quien haga referencia, el término alma suele ser utilizada como sinónimo para nombrar a la forma no material e invisible que poseen los seres vivos, la cual con el tiempo ha pasado a vincularse con religiosidad y misticismo. El alma es la esencia de las personas, lo que forja su identidad. 

La mente es un espacio estratégico y una “mente vacía” envenena el alma, ya que el individuo es su “administrador”  y debe controlar y filtra lo que deja entrar en ella, porque de lo contrario el alma terminara sufriendo y enfermándose.  

¿Alguna vez has conocido a alguien cuya alma parecía tener veneno?, ¿Tal vez ya identificaste a alguien que procede así, o tal vez sin darte cuenta tu mismo has estado tomando algunos venenos que te han podido causar dolor y tristeza?.

 SU TURNO! ¿Qué piensa usted? ¿Está de acuerdo? ¿Qué otras ideas y creencias actúan como veneno?

Independientemente de la filosofía religiosa que una persona diga tener, un veneno seguro para el alma es alejarse de Dios, en este sentido no se trata de desarrollar una nueva mentalidad, asumir una moda o tomar una nueva religión, se trata de desechar del alma sentimientos de odio, ira y rencor para lograr ser felices pero recuerda que nadie te puede lastimar tanto como tus pensamientos negativos,  ya que ser feliz es una decisión y una actitud. Es una decisión de crecer al colocarnos al servicio de los demás a través de la “empatía”. Y una actitud de ser  mejor cada día a pesar de los reveses que nos imponga el destino.

Llegó la hora de despertar y darse cuenta que si a partir de hoy, se dedica a trabajar en ello, seguramente muy pronto tendrás  una mente y un alma llena de vida y salud, para sentirte auténticamente libre y feliz! 

Inténtalo, atrévete, haz que suceda!!.



lunes, 10 de noviembre de 2014


El Sincericidio



Que nadie lo busque en el diccionario, el termino sincericidio, El sufijo “cidio” ha pasado a significar "acción de matar". Hablar hoy en día de sincericidio, significa matar a través de la sinceridad.

La confianza es uno de los pilares de las relaciones de pareja, en tal sentido el ser humano necesita sentir que puede fiarse y confiar en otra persona, ya que los secretos te alejan de las personas  y ponen barreras. La mayoría de las parejas acuerdan ser fieles, no tener relaciones  íntimas o sexuales con otras personas, pero cuando el ser humano se equivoca, comete errores, se rompen los acuerdos.

Se “tendría” que haber pensado antes de estar con otra persona, pero ese “tendría” se convirtió en un verbo conjugado de forma imposible, ya que no se puede retroceder el tiempo atrás.  Después de una infidelidad lo primero que se necesita es ser sincero con sí mismo. 

Eres tú quien debe decidir libremente si quieres confesar o no una infidelidad,  lo importante es que la persona se sienta bien con sí misma. La confesión de una traición es una opción, pero no es la única opción, en tal sentido la persona “elegirá”. En el caso, que desees contarlo deberás asumir las consecuencias de los hechos, y ofrecer a la pareja la oportunidad de que perdone, o que no lo haga. En el caso de haber cometido una infidelidad y tener la seguridad plena de que eso no va a suceder más, entonces puedes optar por no contarlo si crees que el hecho de saber la verdad no va a aportar algo positivo a tu pareja.

Es como la analogía que existe entre la fiebre y la infección. La infidelidad es un síntoma, no la enfermedad. Lo importante es identificar que genera la fiebre, en este sentido sería trascendental que las parejas se pregunten si su relación está en riesgo de una infidelidad.

Y para concluir, cuando una pareja se enfrenta a una situación de infidelidad, siempre es difícil y doloroso, pero si logran superarla terminan siendo mejor pareja que antes.