El locus de control
Existen tres creencias que
movilizan las energías del ser humano. La primera es relativa a la capacidad
para enfrentarse con los problemas, la segunda creencia consiste en la
posibilidad de cambiar la propia inteligencia y la tercera creencia que el
individuo es quien controla su conducta. Las tres son una
beneficiosa fuente de motivación pero siempre dentro de unos límites
saludables.
Locus tiene su raíz en el latín y
significa: “Lugar”. Locus de control (LC) es un término que se usa en
psicología para referirse e a la percepción
que tiene una persona acerca de dónde se localiza el agente causal de los
acontecimientos de su vida cotidiana, mientras que el “control” en la
conducta humana juega un papel muy importante en la generación y mantenimiento
de los problemas psicológico.
Son
muchas las personas que se sienten apresadas con su vida,
algunas experimentan situaciones vitales verdaderamente complicadas que
tienen difícil solución, pero hay muchas otras que se sienten atrapadas cuando en verdad no lo están, en este
sentido es importante diferenciar aquellas
situaciones en las que no podemos hacer nada
de aquellas en las que no queremos hacer nada.
En mayor o menor
medida las personas han tenido en un momento determinado las siguientes
sensaciones: No tener trabajo o tener un trabajo que no le gusta, estar con una
persona que no le ve futuro o no le llena, sentir que la rutina del día a día
las va apagando, vivir en una ciudad que no le gusta, pero ante estas sensaciones,
tienes la decisión de: esforzarse para lograr un cambio o dejarse llevar por la
corriente. En ese
continuo, la percepción es una de las causas para justificar que siempre habrá
elementos tanto internos como externos en los acontecimientos.
El Locus de Control Externo sería la
percepción de que la suerte o las fuerzas externas que están más allá del
control personal determinan el destino de un individuo. Estos sujetos
tienen la tendencia a considerar que el mundo es injusto con ellos, cuando la
fortuna no está de su lado y cuando sí lo hace, tienden a idolatrar a las
personas que consideran responsables. Por ejemplo, una persona envidiosa
o resentida puede conducir a una culpabilización e irresponsabilidad
generalizada. El locus de control externo genera en los individuos un
sentimiento victimista y lo disocia del control de sus emociones.
El Locus de Control Interno por otro
lado, es sencillamente la percepción de que uno mismo controla su destino. Las
personas con un Locus de Control Interno se desempeñan mejor académicamente,
son más independientes, más saludables y se sienten menos deprimidos que las
personas con un Locus de Control Externo. Por ejemplo, un estudiante que
obtenga buenas calificaciones en un examen atribuirá el resultado a su esfuerzo
y a las horas de estudio, al esfuerzo y su habilidad personal y entiende
que los eventos positivos o negativos ocurren como efecto de sus propias
acciones y que están bajo su control personal. En tal sentido fomentar el
control interno, ánima al esfuerzo, a las conductas proactivas, y a un
progreso educativo.
Aprender a ejercer el control
emocional tiene la enorme ventaja ya que las personas pueden objetivar
cualquier acontecimiento y distanciarse lo suficiente, como para no sucumbir
ante las emociones primarias.
La vida está llena de
situaciones inciertas y si
se quiere avanzar y lograr éxitos, se deben asumir riesgos lo cual implica aceptar la
posibilidad de que podemos equivocarnos.
Recuerda que tú tienes el control de tu vida
en tus manos!!.