Aprender
a valorar el tiempo
¿Cuántas veces se confunde lo urgente, importante, esencial y las
estupideces?. Muchas veces se desperdicia este don intangible, inapreciable y milagroso
como es el tiempo de vida. La decisión dependerá del valor que le conceda al
“Tiempo para estar con usted mismo”, reflexionando acerca de la
existencia, aprendiendo a valorar y disfrutar la salud y las
facultades, que aunque son todas gratis, no serán eternas.
En
estos días de unión familiar has reflexionado si realmente valoras los
instantes con esos seres que te aman, que se desviven por ti, que te esperan y extrañan, que te ofrecen
detalles y gestos de cariño como: sonrisas, consejos desinteresados, abrazos
gratuitos y fuertes, los cuales muchas veces se pudieran apreciar como
insignificantes, sin pensar que son tesoros que desperdician, pero te fortalecen
y colmar. La unión familiar no se plasma en una fotografía, se va trenzando con
detalles de cariño y atención, basados fundamentalmente en la presencia física,
mental y espiritual de esas personas.
Ahora imagínate
¿Qué pasaría si lo que crees
importante en tú vida como: tus
hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, tus padres, hermanos, la persona que
amas, te la
quitaran ahora?.
Aquí se
demuestra la frase de: “no valoras algo, hasta que lo pierdes”, muchas
veces por ignorancia se dejan de lado a esos seres queridos por encontrarse las
personas muy ocupadas y distraídas en quehaceres o resolviendo problemas y
angustiándose en vez de dar gracias a Dios por los que les está regalando. En este sentido es posible organizar el tiempo para que tú
mejor energía, le dé sentido a la vida. Aunque la
raza humana es la especie más evolucionada, es probable que sea la más infeliz.
Hay que aprender a valorar y disfrutar con los seres que amamos,
en el presente, entendiéndose que los
sentimientos brotan de manera diferente en cada persona, y no se pueden definir
como buenos o malos, sin embargo, de lo que sí se es responsable es de lo que
hacemos o dejamos de hacer con esos sentimientos.
Recordemos que la
Navidad para muchos es una fiesta de encuentro y su llegada simboliza celebraciones
con familiares y amigos, pero la generosidad,
la fraternidad, el afecto y valorar a esos seres queridos no solamente deben
estar ceñidos con esta celebración, sino
todo el año.