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martes, 23 de diciembre de 2014



Aprender a valorar el tiempo


¿Cuántas veces se confunde lo urgente, importante, esencial y las estupideces?. Muchas veces se desperdicia este don intangible, inapreciable y milagroso como es el tiempo de vida. La decisión dependerá del valor que le conceda al “Tiempo para estar con usted mismo”, reflexionando acerca de la existencia, aprendiendo a valorar y disfrutar la salud y las facultades, que aunque son todas gratis, no serán eternas.

En estos días de unión familiar has reflexionado si realmente valoras los instantes con esos seres que te aman, que se desviven por ti,  que te esperan y extrañan, que te ofrecen detalles y gestos de cariño como: sonrisas, consejos desinteresados, abrazos gratuitos y fuertes, los cuales muchas veces se pudieran apreciar como insignificantes, sin pensar que son tesoros que desperdician, pero te fortalecen y colmar. La unión familiar no se plasma en una fotografía, se va trenzando con detalles de cariño y atención, basados fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de esas personas.

Ahora imagínate ¿Qué pasaría si lo que crees importante en tú vida como: tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, tus padres, hermanos, la persona que amas, te la quitaran ahora?.

Aquí se demuestra la frase de: “no valoras algo, hasta que lo pierdes”, muchas veces por ignorancia se dejan de lado a esos seres queridos por encontrarse las personas muy ocupadas y distraídas en quehaceres o resolviendo problemas y angustiándose en vez de dar gracias a Dios por los que les está regalando. En este sentido es posible organizar el tiempo para que tú mejor energía, le dé sentido a la vida. Aunque la raza humana es la especie más evolucionada, es probable que sea  la más infeliz.

Hay que aprender a valorar y disfrutar con los seres que amamos, en el presente, entendiéndose que los sentimientos brotan de manera diferente en cada persona, y no se pueden definir como buenos o malos, sin embargo, de lo que sí se es responsable es de lo que hacemos o dejamos de hacer con esos sentimientos.


Recordemos que la Navidad para muchos es una fiesta de encuentro y su llegada simboliza celebraciones con familiares y amigos,  pero la generosidad, la fraternidad, el afecto y valorar a esos seres queridos no solamente deben estar ceñidos  con esta celebración, sino todo el año.


lunes, 15 de diciembre de 2014



¿Por qué utilizar las redes sociales para expresar  enojo, rabia y frustración?


Internet es una red que sirve para conectarnos, comunicarnos, investigar y mantenerse informado de lo que sucede en el mundo. Las redes sociales te preguntan: En Twitter, ¿Qué está pasando?, en  Facebook, ¿Qué estás pensando? y en Google Plus te invitan a “compartir tus novedades”. Pero, ¿Cuántas veces has utilizado las redes sociales, blog personal, Twitter, WhatsApp, Facebook  o alguna página web específica para dejar salir enojos, rabias y tristezas?, y ¿Cuál es el límite?.

Muchas personas tienen pocas estrategias para manejar sus emociones. Estar molesto es un sentimiento natural, que pertenece al ser humano y  no tiene nada de malo. Pero despotricar y dar rienda suelta a las emociones por las diferentes redes sociales, con expresiones de ira patológica y conductas pasiva-agresiva (la cual es una forma de desquitarse indirectamente de la otra persona, sin decirle el motivo), en lugar de hacerlo de frente expresándole la molestia, rabia o frustración. 

La rabia varía desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa, lo cual va proporcional una “falsa claridad del pensamiento” y como otras emociones, está acompañada de cambios psicológicos y biológicos. En ese estado se produce una hiperventilación generando en el iracundo una respiración acelerada,  producto de un aumento en el nivel de oxigeno en sangre, lo cual origina un estrechamiento en el nivel de atención y se desaprovecha mucha información importante  manifestándose  con una  insensibilidad al dolor físico y psicológico.

Las personas que hacen comentarios con una actitud cínica y hostil en las redes sociales, tienen graves problemas para expresar su enojo de manera constructiva, debido a una baja autoestima, poca tolerancia y elevados niveles de estrés, lo cual lleva a una “rumiación mental” con repetición de los mismos pensamientos negativos.

Si la rabia es un estado constante, es aconsejable disiparla, por tanto es necesario aprender a desahogar y controlarla civilizadamente, para así obtener beneficios físicos y psicológicos en forma notoria, sin herirse ni lastimar a los demás, ya que cuando se actúa a través de la rabia, ella no es la mejor consejera.

La idea es dejar de pensar en la rabia y concentrarse en hacer cosas positivas, entendiendo que el mejor uso que se les puede dar a las redes sociales es el de compartir conocimiento de valor.