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martes, 17 de septiembre de 2013





El compromiso de la:

 



El ser humano es complejo, contradictorio y ambivalente. Al hablar de "infidelidad", son muchas las sensaciones y conceptos que aparecen en el inconsciente colectivo, es un terremoto emocional, acompañado de mucho sufrimiento, desconfianza y dudas, sin embargo estas son algunas palabras empleadas por las personas afectadas: traición, mentira, engaño, abandono y deslealtad. 

Fiel es la persona cuyas acciones no traicionan la confianza puesta en ella. También se puede decir que la fidelidad es la capacidad de no engañar, no traicionar a los demás. Es un valor moral que faculta al ser humano para cumplir con los pactos y compromisos adquiridos. La lealtad se relaciona con el honor y la confianza, virtudes que son tan difíciles de ganar como fáciles de perder, en tal sentido el valor de la lealtad se aplica muy directamente con amigos, amistades, familiares y compañeros de trabajo y la fidelidad se aplica a las relaciones de pareja, novios y esposos. 

Las relaciones de pareja requieren siempre de algún tipo de contrato, donde se definan asuntos en relación al dinero, la familia, los amigos, la comunicación y el uso del tiempo. Existe la infidelidad cuando uno de los miembros (o ambos) rompe el compromiso o promesa  sentimental contraído de amar sólo y exclusivamente a determinada persona, es incumplida o traicionada en la búsqueda de satisfacción a nivel sexual, emocional, intelectual, o económica que van desde un suave coqueteo, vincularse afectivamente, hasta mantener relaciones íntimas con otro, lo cual es considerado traición a la pareja, y el mismo trae pérdida de confianza y autoestima, humillación, decepción, impotencia, rencor y una  sensación de profundo dolor y fracaso.

Una pareja es cosa de dos y al alguien descubrir una infidelidad, lo cual es imposible de ignorar por el grave malestar sicológico que representa a la persona sentirse íntimamente destrozada con pensamientos intrusivos  imaginándose a su pareja con la otra o el otro y llegando a su mente muchas interrogantes como: ¿Por qué me dejé engañar?, ¿Dónde estaba  mientras sucedía todo esto?, ¿Por qué a mí? ¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Por qué no supe elegir a la persona adecuada?.

En algunos círculos sociales, la sabiduría popular sobre la infidelidad es: “Negar, negar, negar”, "Ojos que no ven, corazón que no siente”, pero la traición de la infidelidad no es tanto lo ilícito del sexo, como es la mentira. Una señal habitualmente en los infieles es que suelen negar su infidelidad hasta el punto de crear tanta desorientación al engañado que éste pone en duda su salud mental antes que dudar del infiel. El hecho mismo de negar  y mentir es el aspecto más imperdonable de la infidelidad, ya que la persona considera que jugaron con su inteligencia. Los rostros de los infieles y de los engañados llevan una marca de amargura muy difícil de borrar.

Si la persona creció en un vacío emocional, como adulto las palabras, compromiso, intimidad, responsabilidad, lo llevaran a  pasar de cama en cama con la esperanza de encontrar una manera de relacionarse de forma duradera para disminuir ese vacío, y será tapado con adicciones y convertirse  en un compulsivo sexual que solo se alimentara de la novedad y de contactos efímeros y en serie. Continuar en una relación con una persona promiscua que no desea rectificar su comportamiento nunca finalizara bien, por el daño emocional la inseguridad y la posible afectación a la salud física.

Se debe tener un código de valores y vivir conforme a él, para ser respetados, ganarse la confianza de los demás, mantener la propia autoestima, y sentirse orgulloso, para de esta forma vivir tranquilo, aprender a quererse y  de esa manera te permitirás ser  feliz. Recuerda que el otro nunca podrá hacer nada por ti, porque todo depende de ti mismo.

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