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sábado, 2 de julio de 2011


La generosidad cultiva el alma: 




En varias entregas he hablado de lo que significa la palabra, “amistad” y del sentido que le dan muchas personas a ese amigo que tienen a su lado. Más de una vez te has llevado decepciones con aquellos amigos que piensas que serán para toda la vida, pero que con el tiempo te das cuenta que no tiene nada que ver contigo. Algunos estarán hay siempre, pero otros solo estaban de paso, pero en la vida existen situaciones que se escapan de nuestras manos, y no somos capaces de controlar, donde lo único que tienes que hacer es quitarte de en medio y seguir un camino diferente. 

En algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido tristes, enfermos o con las “pilas bajas”, los buenos amigos siempre te acompañaran y se preguntaran... ¿Cómo ayudarle? ¿Cómo estar sin invadirle?. Un amigo te auxilia a buscar una salida. Pero cuando tengas la sensación de que la balanza no esté en equilibrio, y esperes de alguien lo que no puede dar de sí, se pudiera decir que amistad o la relación de pareja esta en graves aprietos y seria interesante  preguntarnos: ¿Dónde esta la generosidad de mi pareja u amigo?. 


La generosidad esta en las personas dentro sus corazones que nos despierta la necesidad de ayudar a los demás, de entregar parte de nuestro tiempo, solidaridad y afecto.


El dar procrea el recibir, y el recibir procrea el dar. En realidad, dar es lo mismo que recibir, porque dar y recibir son aspectos del flujo de la energía en el universo. Muchas personas consideran “dar” como un gesto meramente de solidaridad, ejemplo damos: cosas: dinero, consejo, conocimientos, atención, productos, amor, etc. Pero “dar” tiene implicaciones espirituales más profundas.

Toda relación es una relación de dar y recibir. Una cosa es amar y otra muy distinta es "hacer por amor”. Imaginen a alguien que decide alejarse de un amigo o pareja porque recibe maltratos. Puede que siga queriéndola, pero verdaderamente ha renunciado a que esa relación sea la razón para mantener un vínculo enfermizo. 

Pasamos mucho tiempo en nuestras vidas, ¡demasiado!, en actitud de espera. Esperamos que en la vida nos pasen determinadas cosas, esperamos recibir algo. Debemos crecer desde adentro, y por nosotros mismos para así poder darnos cuenta de los errores que cometemos e intentar evolucionar, cambiando en nuestra vida las actitudes y defectos que nos generan un conflicto interno y con los demás. 

El destino determina que personas entran a nuestras vidas y uno decide en gran medida quien es su pareja y quienes son sus amigos y tal vez en gran medida decide cuándo ya no lo serán. En tal sentido la generosidad es el elemento diferenciador en la amistad y relaciones de pareja, ya que cultiva el alma, y atrae una mentalidad positiva a nuestras vidas. 



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