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viernes, 8 de abril de 2011



Cupido: ¿Se puede infartar?







El amor y la amistad activan mecanismos cerebrales que producen una sensación de bienestar parecida a la que experimentan aquellas personas que consumen marihuana o morfina, pero sin los riesgos a la salud que provocan esas drogas.

El ya-no-me-quiere es una noticia que puede llegar a alterar la salud (ya que suprime la liberación de hormonas de la corteza suprarrenal llamadas corticoides asociadas a la tristeza y el estrés), en especial de la persona rechazada si no está preparada para ese “adiós”.

 Cuando se pone final a una relación, lo mejor es aprender a perder, aunque duela, y retirarse dignamente aunque sepamos que detrás del desengaño está la soledad.


La recomendación es no encerrarse y castigarse con pensamientos entre “lo que pudo ser y no es”, así mismo evitar en todo lo posible ver a los “ex”, ya que a veces se comete el error en tratar de hacerse amigo de la persona que se ama o que no te corresponde.

No todo el mundo es igual de vulnerable frente al desamor. Las primeras relaciones afectivas son claves ya que unos padres consistentes en el afecto, y una adolescencia tranquila favorecen la inmunidad del individuo.

El duelo por el amor perdido, dura entre seis meses a un año y el mismo puede ser tratado mediante una técnica cognitivo-conductual, la cual es beneficiosa por que ataca las creencias irracionales, ya que si no me quieren, ¿Puedo hacer algo para cambiarlo?



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